Éstas son las personas que estuvieron encima del escenario, reconozco que quizá no son las más idóneas para estar ahí, pero son las que están.
Unos y otros olvidan que los que importan estamos abajo, y podrán decirnos lo que quieran, porque comprobamos pasado el tiempo, que cada cual sólo mira por dónde sienta su trasero; los unos nos dicen que la reforma es el único camino para resolver los problemas, y los otros afirman que el problema es la reforma, y por ello, creo que ya va siendo hora que empecemos a tener ideas propias, y entre lo que nos cuentan, y los ríos de tinta, y las voces radiofónicas, y los píxeles bien enfocados a lo que cada cual quiere encuadrar, tenemos que pensar ¿Dónde estamos? ¿Quiénes somos? ¿Cómo vivimos? y sobre todo... ¿Qué nos falta para ser felices?

No lo dudes ni por un instante, que lo más importante, y quizá, lo único a tener en cuenta, es ser feliz, sin hacer daño a nadie. Cierto es que hay promesas de otras vidas, pero lo demostrado es que tenemos la que vivimos, y debemos disfrutar de ella, digan lo que nos digan. La vida puede ser muy bella, y si lo pensamos bien, en gran parte, eso sólo depende de nosotros.
 
Llegados a este punto, entendiendo de forma firme que queremos tener una vida digna, acorde con las mínimas expectativas de un ser humano, y para llegar a ese puerto hay que pararse a pensar, para darnos cuenta que no somos mulas de carga, ni hormigas, ni máquinas teledirigidas, aunque comprendo que hay que trabajar, aportar, para que podamos tener esa buena vida, que aún no conocemos, y lo primero que hay que exigir, en mi opinión, es respeto.

No me respetan si me hacen trabajar más horas de las que me pagan. No me respetan si caigo enfermo y me despiden por ello. No me respetan si trabajando una jornada completa no tengo donde descansar. No me respetan si me obligan a callar. No me respetan si tengo que pagar la justicia y la sanidad. No me respetan si el mes de vacaciones tengo que trabajar en otro lugar. No me respetan si trabajando más me bajan el salario. No me respetan si me impiden negociar las condiciones con mis compañeros. No me respetan cuando me llaman parado por no tener empleo; porque este que escribe no tiene empleo, y bajo ningún concepto, que quede claro, me voy a quedar quieto. Por lo tanto pienso, que si mi país no me respeta, yo....









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